Mi experiencia en la Zero suite – Paradiso Art Hotel

Los que me seguís por Instagram sabéis que a finales de agosto pase con mi hermana una noche en la Zero suite de Paradiso Ibiza Art Hotel.

Para las que no sabéis nada de este hotel os cuento, Paradiso tiene una arquitectura inspirada en la del South Beach de Miami, es de estilo setentero y el color protagonista es el rosa champán. No falta detalle. El arquitecto Michele Corbani y el diseñador Andrea Spada son los responsables de el Art Decó Extreme. 

El concepto del hotel es el arte contemporáneo. Las habitaciones tienen nombres de artistas y una de sus obras es el cabecero de la cama. También tienen una galería de arte, una cabina de tattoo y micro exposiciones en la recepción.

Jorge Arevalo http://www.addagallery.com

Cada rincón del hotel respira arte y diseño. La arquitectura y el mobiliario se funden al estilo sesentero, con colores pastel y luces de neón. Con un toque de la estética kitsch por las formas geométricas.

Todo el suelo de la primera planta es de gresite rosa y lavanda, incluidas las piscinas rectangulares rodeadas de camas de madera y cactus, un alojamiento de fantasía.

Zero suite

La Zero Suite esta situada en medio del lobby y sus paredes son a cristaladas. Pasar la noche es gratuito pero todo el que pase te ve.

Fotografía de paradisoibiza.com

Es una habitación completa con su cama, su televisión, incluso un altavoz de Marshall. El cabecero de esta cama no es un cuadro, sino que son 3 lienzos con la palabra YOU, porque en esta habitación la obra de arte eres tú.

El creador de la idea y director de Marketing, Jorge Moreno, dijo en una entrevista que «Es una experiencia, un gran hermano exprés.»

Para reservarla solo tienes que entrar en la página de Paradiso e introducir tus datos en el formulario. Enseguida recibes un email con las fechas disponibles, confirmas la que quieres y listo.

Mi experiencia

Nos dijeron que podíamos hacer el check in a partir de las 17:30 y aunque llegamos a sobre las 19:00 tuvimos que esperar a que limpiaran la habitación.

A la hora del check out se nos hizo tarde a nosotras en la piscina, nos dimos cuenta a la 13:30 y no nos dijeron nada y nos activaron la llave para poder sacar las cosas.

No te das cuenta de donde te has metido hasta que entras en la habitación.

Eso si, fotos sacamos un montón por algo es uno de los hoteles más «instagrameable».

Mi opinión

Al principio no pensaba que nos iba a dar tanta vergüenza, pero cuando entras a la habitación y te das cuenta de que estás totalmente expuesta… ¡cambia la cosa!

Vergüenza era poco, ademas la gente que pasa se queda observándote, me sentía como si fuese el animal de un zoo.

Después te vas relajando y una vez que te duermes lo único que molesta es que alguien te golpe el cristal… nos paso un par de veces… ¡¡Pasamos la noche tapadas hasta la cabeza con las sábanas!!

Y todo porque no caímos que la habitación está iluminada, estás en la recepción, las esquinas tienen fluorescentes blancos…

Así que recomiendo un antifaz y tapones para los oídos, a pesar de esto caímos rendidas en la cama hasta las 10 de la mañana y porque mi hermana se despertó por unos huéspedes que salían del bar y se pararon a mirar, estábamos tan a gusto.

Por la mañana lo ves de otra manera, lo «peor» ya ha pasado, te sientes cómoda dentro del habitáculo, ya no tienes vergüenza y te da igual que te vea la gente.

Te das cuenta de que los nervios de hace tan solo unas horas eran una chorrada y que te tenias que haber dejado llevar.

La experiencia debería durar 2 noches, una para acostumbrarse y otra para disfrutarla.

Y vosotras, ¿vivirías esta experiencia?

Si os animáis os dejo aquí el enlace para reservar la Zero Suite.

Yo sin duda repetiría 🙂

Gracias por pasaros a visitarme, ¡¡ser felices!! ¡¡Muackss!!